La Ley que pretende cambiar el sistema de salud norteamericano casi en su totalidad ha sido aprobada por el congreso y firmada por el Presidente Obama en Marzo del pasado 2010. Su implementación será paulatina y su influencia en el terreno económico y político de esta nación no tiene precedentes en los últimos 40 años. Solo leyes como las que crearon el Medicare y el Seguro Social se pueden comparar en magnitud con las pretensiones de la “Ley de Protección a Pacientes y de Cuidados de Salud”.
Como se puede esperar una legislación de tal magnitud no es gratis y en momentos en que el país sufre una recesión económica las suspicacias con respecto a todo proyecto gubernamental están a la orden del día. La Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO) es una rama independiente del cuerpo legislativo que calcula el posible impacto económico de las leyes. El CBO sacó su último estimado con respecto a esta Ley en Marzo del 2011 y la conclusión es que la implementación de la Ley representará un ahorro neto de 210 billones de dólares en la década del 2012-2022. El informe del CBO dice textualmente:
La ley tendrá variados efectos en el presupuesto federal-incluyendo gastos adicionales para subsidiar la compra de seguros privados y aumentos en los gastos relacionados con el Medicaid debido a la flexibilización de la elegibilidad, así como también contempla un aumento de los ingresos al reducir el crecimiento de los pagos de Medicare y ganancias adicionales a expensas de nuevos impuestos y penalidades. El CBO concluye que el efecto neto será una reducción del déficit federal de 210 billones de dólares en el período del 2012-2021.
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